lunes, 9 de noviembre de 2009

::CARTAS A MOREL EL VIEJO - CARTA 19::

Las distancias que he recorrido desde que nos separamos en la importante búsqueda que nos ocupa en estos momentos son enormes, y sin embargo he viajado sin moverme del agradable poblado del sur en el que llegamos a decidir que por distintos caminos tendríamos más posibilidades para poder hallar el preciado objeto; recuerda: concluí en utilizar las peligrosas artes que ambos habíamos aprendido en la Orden de los Señores del Azar. ¿Lo recuerdas ahora, amigo mío? Si es así sabrás entonces del enorme riesgo que he corrido al decidir realizar este etéreo viaje hacia el norte; hacia las tierras en las que, a mayores, las artes mágicas carecen de la totalidad del poder que en condiciones normales puedo utilizar. Pero ansío que merezca la pena esta búsqueda y su forma. No podemos perder más tiempo...si es que aún nos queda algo....

He dejado mi cuerpo en la última habitación del torreón norte del conde Efritt... le debemos tanto a este gran hombre... Te insto de nuevo a recordar su agradable efigie y lo equivocada que está la plebe bajo sus dominios, pues sin duda tal vez no rememores con detalle las tres jornadas que pasamos en su castillo descansando antes de nuestro cometido, y por supuesto puedo casi con toda certeza asegurar que las situaciones que has vivido en estas cuarenta jornadas desde nuestra partida son las causantes de tal detalle. Espero que el conde siga a la perfección las indicaciones que he dejado de cara a la conservación de mi cuerpo, de no ser así...bien, ya sabes lo que sucedería; llevo demasiado tiempo en esta realidad como para terminar vagando sin recipiente y destinado a la mayor de las condenas.

Mi opinión es segura y confiada con respecto a Efritt, pero deseo de todos modos pedir tu opinión al respecto. ¿Crees que he obrado de forma acertada? Repito que yo creo que si, más tal vez tu sepas algo que yo no acierte a recordar sobre el conde de Sharkarna. Dime que confías en el y seguiré mi búsqueda más tranquilo. Por el momento nada he hallado; ni una simple pista, ni una conversación en la oscuridad...nada guía mi camino excepto el instinto; un instinto gastado y demasiado cansado a estas alturas como para dejar sobre sus decisiones el peso de esta importante búsqueda, me temo.

Nada más tengo que añadir a esta breve carta, y deseo que tu respuesta sea lo más rápida posible. Te mando a Estela, mi mejor paloma mensajera; ya la conoces y ella a ti; se alegrará de verte de nuevo. Ya sabes cómo debes responder.

Me despido ansiando tu respuesta y tus averiguaciones.



Corem Vildagrán (El-Sharlak).
Mi cuerpo en el condado de Raashda; mi mente en las Montañas oscuras.
Año de la cigüeña danzante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario