(Escrito con espíritu de ensayo relacionado con la obra de Gaston Bachelard “La poética del espacio”)
¿Es posible, acerca del libro de Bachelard que estamos tratando, deslindar al menos algunas ideas en la comprensión de la arquitectura desde el carácter de la poesía? Por supuesto, la respuesta a esta pregunta debe ser afirmativa.
“Lo primero es concebir la “cosa poética”; alrededor de ella se levantarán los muros. “
Ignacio Díaz Morales
Más, hablando siempre en términos de Bachelard, ¿Qué es la ensoñación? ¿Podemos describir poéticamente algún espacio arquitectónico habitado cotidianamente en la propia infancia? La respuesta vuelve a ser afirmativa en esta ocasión (¿Haciendo uso siempre de la “prosa poética” o el poema, en todo caso?)
Todos nosotros poseemos unos determinados gustos, corpóreos mediante estilos y/o preferencias en cuestión; y poseemos además puentes sutiles que indudable e irremediablemente (para bien o para mal) nos unen a aquellos espacios que en algún momento hemos habitado o nos encontramos habitando. Según Bachelard el hogar satisface (al menos debería hacerlo, en efecto) muchas necesidades convertido en aquel lugar en el que nos sentimos cobijados y donde podemos no defendernos, como refugio del mundo externo.
Podríamos ahora cuestionar infinitos detalles, tal vez relacionados con gustos o preferencias, acerca de los modos de vida o la creación de los espacios personales de todos los individuos-tipo (qué les obliga a elegir esto en lugar de aquello, y por qué vivir allá y no acá), pero nos vale conocer que en esta época de auge de la construcción y decoración surgen, en efecto, infinidad de preguntas que relacionan el espacio con el mundo interno de sus habitantes.
Extraño resulta comprobar entonces que, de momento, la psicología (resultante del estudio del desarrollo emocional) no admite el ambiente físico como elemento constitutivo de real importancia en la vida humana (más aquellos cuyo interés denodado se centra en la relación gente-ambiente, -como antropólogos, geógrafos, arquitectos y aquellos pertenecientes al área de la psicología ambiental- no se han ocupado con profundidad del apego emocional a los espacios que resultan conocidos).
¿Cuál es el espacio que denominamos hogar? Y más importante aparece la pregunta ¿Qué es dicho espacio?
Comenzamos creando un espacio en concreto, el cual será por nosotros contemplado a la vez que experimentado, residiendo realmente la duda en si posteriormente dicho espacio nos transforma a nosotros (Trabaja sobre nosotros). ¿Nos vemos reflejados en él? Vemos lo que hasta ese momento no habíamos visto e intentamos integrar dicho reflejo en nuestra identidad.
...”Habitación y casa son diagramas de psicología que guían a los escritores y a los poetas en el análisis de la intimidad”...
La construcción del espacio es un estado espiritual (Carl G. Jung construyó su propia casa, y dijo acerca de esa experiencia: “Tenía que hacer una confesión de fe en la piedra”), y su ordenamiento de carácter simbólico para un sujeto posee un carácter biográfico (Apreciamos cómo desde una perspectiva en concreto, Bachelard describe esta percepción del espacio como una percepción fenomenológica). ¿Podría la historia de un individuo ser narrada a partir de los espacios que ha transitado a lo largo de su vida?
La antropología de la imaginación, según Bachelard, plantearía dos líneas en cuestión: el ser ligado a la realidad y desde allí la lectura y percepción de la misma, y la dosis de creación, experimentación y manipulación dados por el lenguaje elegido, lo cual no expresa otra cosa que poner en juego la imaginación. “Las obras de arte nacen siempre de quién ha afrontado el peligro; de quién ha ido hasta el extremo de una experiencia”
Poesía. La poética de la ciudad parece trascender al mero acto poético, sin pasado como Bachelard define, ante la nueva imagen y a la repercusión que una específica imagen poética pueda ejercer sobre una o varias almas. Dicha ciudad permite además la posibilidad de percepción de la continuidad de dicha repercusión. ¿Arquetipos dormidos en el fondo del inconsciente? ¿Resonancias sentimentales de poder evocador que van tejiendo la urdimbre de cada memoria individual además de la colectiva?
“La arcilla se utiliza para modelar cántaros,
pero el uso que a estos pueda dársele,
dependerá de su espacio interior.
Sin puerta y sin ventana no se hablará de cuarto, habitación.
Aquí también es el espacio el que hace posible habitar.”
Tao Te King
Tal vez si recordamos lo que significa espacio podamos observar mejor las implicaciones del tema del espacio en relación con el hombre. (En este caso aprecio como válida dicha definición según Walter Brugger)
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